En
una reciente entrevista, la “rock star maldita” Alice Cooper
confirma su conversión al cristianismo. "La Biblia no dice que
los que tienen mi oficio no pueden creer en Cristo".
Si dices Alice Cooper, la imagen que surge es inevitable: cantante de rock “maldito”, conciertos inusuales y espectaculares, funciones extremas con guillotinas en el palco, muñecas empaladas y el célebre (auténtico) pitón enroscado en el cuello.
Si dices Alice Cooper, la imagen que surge es inevitable: cantante de rock “maldito”, conciertos inusuales y espectaculares, funciones extremas con guillotinas en el palco, muñecas empaladas y el célebre (auténtico) pitón enroscado en el cuello.
Hace unos días, el rockero estadounidense de 62 años (ícono de una cierta rebeldía controvertida que le costó incluso acusaciones de pertenecer a unasecta satánica), ofreció una entrevista al periódico estadounidense “Cherokee Tribune”, en la que confirma la noticia que circulaba desde hace tiempo: el representante del “shock rock”, el hombre que con su maquillaje agresivo inspiró a otros artistas como los del grupo Kiss y Marilyn Manson, se convirtió al cristianismo, en versión evangélica.
«Sí, es cierto declaró Cooper, soy un “cristiano vuelto a nacer”. Pero cada uno de los que creen en Cristo vive una vida nueva, tiene una percepción diferente de la propia existencia. No es como Scientology, en donde todo se basa en tus fuerzas, en tus capacidades, en tu esfuerzo por mejorarte. El cristianismo, en cambio, es una relación personal con Cristo: no es una cuestión de reglas o de técnicas...». En cuanto a la inveitable pregunta sobre cómo conciliar su fe con su trabajo de artista salvaje, Cooper explicó: «En la Biblia no está escrito en ninguna parte que una rock star no pueda ser cristiano. ¿Cuántos cristianos no serán francotiradores, boxeadores o cualquier otra cosa? El cristianismo puede pasar a través de todos los tipos de oficios, tal vez el de una rock star sea el menos peor...».
Vincent Damon Furnier (verdadero nombre del artista) siguió los consejos de su esposa Sheryl (con la que se casó hace 35 años y con la que tiene 3 hijos), quien le dijo que fuera a una iglesia evangélica después de que el alcoholismo le llevó a un paso de la ruina. En otra entrevista declaró: «Soy un cantante de rock, nada más: no hay que buscar respuestas en mí. He cambiado completamente con respecto a mi pasado. No hay que juzgar a Alice por lo que ha hecho, sino alabar a Dios por lo que hago ahora». Quién sabe qué diría su amigo inseparable, el pitón.
Fuente
AcontecerCristiano.Net
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